martes, 1 de diciembre de 2009

Las vacunas, ¿amigas o enemigas?

Las vacunas son, para la medicina oficial, uno de los mayores logros de la humanidad en la lucha contra las enfermedades, pero son ¿amigas o enemigas? ¿Realmente son necesarias y sin efectos secundarios todas las vacunas que nos aconsejan ponernos?

La mayoría de las personas confían y creen a pies juntillas en la bondad e inocuidad de las vacunas; por lo menos hasta que tienen un hijo... y ven todo el arsenal de vacunas que les tienen que administrar. Es entonces cuando uno no puede dejar de pensar si son realmente necesarias todas las vacunas y si no tendrán importantes efectos secundarios.

Desde las Asociaciones para la Libertad de Vacunación se argumenta que en general no se nos suele informar de los posibles efectos secundarios. Uno de los problemas que se encuentran estas asociaciones o las personas que han tenido alguna problemática es la dificultad de demostrar la causa-efecto entre vacunaciones y efectos postvacunales ya que a menudo éstos pueden tardar días o semanas en aparecer. Por desgracia desde que empezaron las primeras vacunaciones masivas ya se sabe que existen los efectos secundarios ya que hay mucha información...

Si buscamos en Internet encontraremos miles de documentos y de informes médicos sobre el tema. Es importante decir que la mayoría están hechos por médicos y no por terapeutas naturistas (siempre se nos acusa de ir, sin ningún criterio, en contra de toda la medicina convencional o alopática). Por supuesto estas personas, sean médicos o no, siempre han estado tachadas de alarmistas e ir en contra del progreso.

El increíble negocio de las vacunas

Es una pena pero hay que tener en cuenta que detrás de las vacunas hay un imperio farmacéutico que mueve miles de millones de dólares en todo el mundo. Descubrir una nueva vacuna (para lo que sea) supone un negocio inmenso ya que todos los países corren a proteger a su población. Los beneficios de los fabricantes son increíbles. Ante el temor (o rumor interesado) de que la fiebre aviar podía afectarnos cual peste negra a toda Europa, todos los estados quería comprar la posible vacuna al precio que fuese. El pánico, en algunos momentos fue total. Luego te explican que bueno, claro, que este tipo de vacunas tienen una protección relativa ya que ese tipo de virus tiende a mutar. Pero si tu ya has vendido varios millones de vacunas el objetivo (económico) de las multinacionales farmacéuticas ya está resuelto. En estos momentos hay más de doscientos proyectos sobre nuevas vacunas. Por supuesto todos los trabajos dicen que la suya debería de ser obligatoria para todos.

La pena es que nuestro sistema inmunitario se ve cada vez más afectado por tantas vacunas y eso es la causa, según muchos autores, de la plaga de enfermedades autoinmunes, alergias, autismo, etc.

Vacunas, pasteur y el concepto de enfermedad de la medicina alopática

Con Pasteur empezó realmente la Era de la Medicina Moderna pero, valorando sus logros, a partir de ese momento ya no será importante el paciente y sus circunstancias (dieta, higiene, emociones, condiciones de trabajo, etc.) sino sólo tendrá sentido encontrar el "bichito" o bacteria y matarlo.

Esta tendencia continua hoy en día y de hecho es, por desgracia, la herramienta más utilizada para luchar contra la enfermedad en los países más pobres. En esto se basan también las vacunas. Así, por ejemplo, en África ya no existe la Viruela pero la gente continua muriendo de otras enfermedades como la Malaria, Sida o puramente de hambre y es que sus condiciones de vida continúan siendo igual de malas que antes de empezar a vacunarlos.

Como decía Bernard, "contrincante" de Pasteur ¿no será como mínimo igual de importante estudiar que condiciones favorecen el crecimiento de ese microorganismo que provoca la enfermedad?Así pues, sin rechazar por ello las vacunas de forma general, no cabe duda de que la mejor vacuna es mejorar las condiciones de vida de las personas.

Conclusión sobre las vacunas

Nuestro consejo es que la información es vital en estos casos. Es importantísimo que antes de vacunarnos, de lo que sea, solicitemos primero el máximo de información de nuestro médico o farmacéutico. Hay que valorar cada caso en particular y la realidad epidemiológica de cada zona o país.
Si no tenemos más remedio que vacunarnos una buena opción es acudir al médico homeópata para que nos de un remedio para evitar, en lo posible, efectos secundarios de las vacunas.

Autor: Josep Vicent Arnau
Naturópata y Acupuntor
Articulista de Enbuenasmanos

1 comentario:

  1. muy bonito el blogg, realmente interesante
    me gusto mucho, ya k soy mama hace muy pokito
    muchos saludos y gracias por la informacion :D!!

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